Dulce portugués
Pasteles de Belem
Aprende a preparar este exquisito dulce portugués.
Si alguna vez habéis visitado Portugal, seguro que conocéis los famosos pasteles de Belem, también conocidos como pastéis de Belem, pasteis de nata o, coloquialmente, pastelitos de nata de Portugal.
La receta de los pastelitos de Belem original del monasterio es secreta, por lo que os traemos una versión aproximada que realmente queda muy parecida a los que probamos en nuestro viaje a Oporto y Lisboa.
Lo que si sabemos es que estos pastelitos, en contra de su nombre, no llevan nata, sino que su crema es elaborada con huevo y azúcar. Estos ingredientes son precisamente los que le dan el color amarillento, así como un sabor más pronunciado y una textura más densa dentro de los distintos tipos de cremas.
Índice de contenidos
Ingredientes
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1 lámina de hojaldre rectangular
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1/2 litro de leche entera
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200 gramos de azúcar
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50 gramos de harina de trigo
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6 yemas de huevo
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1 limón
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1 rama de canela
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mantequilla para untar
Raciones
6
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
30 m
Cocinado
15 m
Tiempo total
45 m
Informacion nutricional
Valor nutricional (*por ración)
| Cantidad | % | |
|---|---|---|
| Energía | 574,81 kcal | 28,74% |
| Proteína | 11,97 g | 15,96% |
| Hidratos de carbono | 63,5 g | 23,09% |
| Azúcares | 28,76 g | 57,52% |
| Grasa total | 32,07 g | 41,04% |
| Grasa saturada | 13,62 g | 74,55% |
| Grasa polisaturada | 1,27 g | 11,55% |
| Grasa monosaturada | 6,05 g | 13,75% |
| Colesterol | 393 mg | 131% |
| Fibra | 1,24 g | 4,13% |
| Sal | 0,9 g | 18% |
| Sodio | 0,2 g | 0,01% |
| Calcio | 132,15 mg | 11,01% |
| Hierro (hombres) | 3,84 mg | 38,4% |
| Hierro (mujeres) | 3,84 mg | 21,33% |
Alérgenos
Gluten
Leche
Paso a paso
Engrasa los moldes con mantequilla. Enrolla la lámina de hojaldre sobre si misma y córtala en seis trozos iguales. Haz una bolita con cada porción y reparte una por molde.
Colocada la bola en el centro de su molde, extiéndela con los dedos desde el centro hacia fuera para darle la forma del molde cubriendo la base y las paredes (no hace falta cubrirlas hasta arriba completamente).
En un cazo, calienta 350 ml de la leche entera y agrega dos tiras de cáscara de limón y el palo de canela. Infusiona a fuego suave unos 15 minutos.
Mezcla en un bol la harina con el azúcar. Agrega la leche restante poco a poco, removiendo la mezcla continuamente con un unas varillas. Remueve hasta disolver todos los grumos. Cuela la leche infusionada y agrégala también al bol removiendo con las varillas.
Pasa esta mezcla al cazo y calienta al fuego, sin que llegue a hervir, removiendo continuamente con las varillas. Retira del fuego cuando la mezcla haya cogido un poco de cuerpo, que quede ligeramente espesa y cremosa. Retira del fuego y deja templar un poco antes de continuar.
Bate las yemas en un bol con las varillas eléctricas y agrega la crema de leche del cazo muy poco a poco, con apenas un hilo, sin dejar de batir.
Con la crema ya integrada en las yemas, rellena los moldes con esta mezcla. Introduce en el horno precalentado a 210ºC unos 15-30 minutos. Estate bien atenta a partir de los 15 minutos para evitar que se quemen.
Deja que se enfríen alrededor de media hora ¡y listos!
Sirve y disfruta de los pasteles de Belem más famosos de Portugal. Bom proveito
Historia de los pasteles de Belem:
Origen de los pasteles de Belem
Estos ricos pastelitos de Belem se originan en el siglo XIX, a manos de los frailes del Monasterio de los Jerónimos que comenzaron a prepararlos como forma de vida.
En 1834 se cierran todos los conventos de Portugal, siendo sus respectivos Cleros y trabajadores expulsados de los mismos. En consecuencia y en un intento de sobrevivir a este cambio, desde el Monasterio un anónimo de la actualidad creo y puso en venta unos nuevos pasteles, los Pasteis de Belem en una tienda muy cercana al Monasterio de los Jerónimos.
El Monasterio, junto con la Torre de Belem, aun situándose en esa época lejos de la cuidad, atraían a muchos visitantes entre los que pronto se popularizaron los pasteles y su fama se extendió por toda Lisboa.
En 1837 ya se comenzaron a producir estos pastelitos en unas instalaciones anexas al comercio según la receta secreta que les dio origen. Y así es que, desde Lisboa del siglo XIX hasta la actualizad, los pasteles de Belem se han convertido en un aclamo gastronómico de toda Portugal.
Consejos y trucos
Ten cuidado y procura no añadir la parte blanca del interior de la piel del limón, ya que resulta demasiado amarga y podría estropear el sabor del postre.
Los pasteles de Belem siempre están mejor recién hechos, pero podéis comerlos hasta dos o tres días después. Como truquito, os recomendamos darles un golpe de calor en el microondas para que recuperen un poco su textura cremosa. ¡Veréis qué buenos!
Para conservarlos lo mejor es guardarlos en la nevera, en una bolsa o recipiente hermético sería ideal para que no absorbieran sabores u olores de otros alimentos del frigorífico.
Eso sí, ¡mejor no congelarlos! Postres como estos con crema no son las mejores opciones para congelar ya que pueden descomponerse y estropearse en el proceso.